Todo el mundo sabe que, al separar las partes de un ser vivo, éste no continúa como tal por mucho tiempo... Sus tejidos, no pudiendo relacionarse, quedan aislados y dejan de ser, tanto individualmente como en colectivo, formando ese ser. Es lo que se llamaría una disección en vivo.
Esto puede entenderse muy bien tratándose de animales o plantas, en las que vemos claramente que, aparte de mucho sufrimiento, ocurre finalmente la muerte. Pero no sólo encontramos disección en estos casos; en realidad todo ser humano hoy día disecciona, en su vida cotidiana, miles de cosas. Resulta que, actualmente y desde hace bastante, nuestro Universo humano cada vez se encuentra más y más dividido: nos separamos unos de otros por tabiques, para empezar. Nuestro modelo de vivienda y de poblado es nada menos que una red de celdas divididas, en la que nadie ve a nadie; las casas están aisladas por paredes y puertas con llave; dentro de ellas, los pisos -mira si viviríamos bien todos juntos en un edificio enorme, intercomunicado y en armonía...-, y dentro de éstos, las habitaciones. Si seguimos, cada uno tiene su propio sillón, lugar, etc... ¿No resulta, a lo menos, deprimente? Si lo hacemos con el espacio -y esto comenzó ya el día en que un señor valló un terreno y dijo "esto es mío"-, ¿cómo no hacerlo con la mente? Nuestra manera de entender las cosas, clasificándolo todo: ¿ciencias o letras? ¿físico, mental, espiritual? ¿bueno, malo? ¿positivo, negativo? Y un largo etcétera.
Socialmente, existen las clases, las edades, etc. Así, aislamos a los niños en las escuelas, hacinamos a los enfermos en el hospital, los adultos se recluyen en sus trabajos, los ancianos se abandonan en el asilo, los muertos se conservan en el falso recuerdo del cementerio, los perros sin hogar mueren en las perreras, los animales se torturan en las granjas, zoos, y diversos lugares de esclavitud; los delincuentes y criminales, castigo en la cárcel... Los pobres a Cáritas. Los soldados en el ejército. El borracho en el bar. La prostituta en el prostíbulo o de oferta en su esquina. Las amas de casa limpiando día tras día sin ver más allá del tabique. Y los de la derecha, ni ver con los de la izquierda. Ni el negro al blanco, y el indio al chino. Y el gitano, en su mundo particular. Los heavies ni saber de los punkies. Los hippies con su hierbita se bastan. Los pijillos ídem con la ropa. Y el empollón de turno, enterrado en su montón de libros, sin soñar nunca con coger la mochila y largarse a ver mundo... Lo que pertenece a la especialidad de podología, no lo mezcles con los órganos digestivos, dirán unos; ¿y la reflexología no afirma que en la planta del pie aparecen terminaciones nerviosas que tienen que ver con todos los órganos del cuerpo? Por poner un simple e inocente ejemplo. Pero NUESTRA VIDA ESTÁ DIVIDIDA; NUESTRO UNIVERSO, DISECCIONADO. ¿Por qué no funciona? Porque el sagrado SER VIVO que es nuestro Cosmos y nuestra Vida están cortados en trocitos, analizados hasta la última partícula para ver cómo funcionan -incluid@s nosotr@s mism@s: ¿por qué nos dicen que pertenecemos a tal o cual grupo; por qué tanta dualidad, por qué etiquetar, que no es más que un modo disfrazado de cortar en pedazos toda entidad?-; tenemos al planeta dividido geológicamente en capas internas y superficiales, y políticamente en continentes, países, provincias o departamentos, y cada vez trocitos más pequeños, cada vez parcelas más reducidas, hasta llegar al propio hueco que corresponde a nuestro apartamento o piso, o lo que sea que ocupemos por cubil... Tenemos diseccionado a nuestro Hogar Común, nuestro Origen, Padre-Madre, ese Ser Maravilloso que es lo que nos hace ser... Y está muriendo en nosotros.
Y si ya es dura la división del espacio, más grave aún es el tema del llamado tiempo. Hoy, prácticamente ningún ser humano vive en Tiempo de Calidad. El reloj y el calendario han llegado a los últimos rincones del planeta, y descuartizan el Tiempo Real- el Natural- en minutos, horas, días, años; ya no puede nuestro Tiempo respirar... ya no pueden las personas SER. Se encuentran divididas, sus partículas de tiempo saltan sin control, desunidas y sin reconocerse entre ellas...
Paz & Amor
Y si ya es dura la división del espacio, más grave aún es el tema del llamado tiempo. Hoy, prácticamente ningún ser humano vive en Tiempo de Calidad. El reloj y el calendario han llegado a los últimos rincones del planeta, y descuartizan el Tiempo Real- el Natural- en minutos, horas, días, años; ya no puede nuestro Tiempo respirar... ya no pueden las personas SER. Se encuentran divididas, sus partículas de tiempo saltan sin control, desunidas y sin reconocerse entre ellas...
Paz & Amor
Leona Andrea
